EUROPA
PRESS
7 enero
2020
Cuándo
el deporte puede dañar tu suelo pélvico
La práctica deportiva es siempre
recomendable, aunque en su justa medida porque tanto un exceso de deporte, como
el no hacer nada, nos puede llevar a dañar algunos de
nuestros músculos.
En concreto, la práctica deportiva en exceso o los deportes
de impacto, aquellos que aumentan mucho y de manera súbita la presión dentro
del abdomen, repercuten directamente en la pelvis y en sus vísceras, dañando
así el suelo pélvico, objeto de este artículo, y en última instancia mermando
gravemente su calidad de vida.
"Es importante concienciar a la mujer en el cuidado de
su suelo pélvico. Sin duda ayudaría a evitar muchas lesiones, por que la
realidad es que la mayoría de las mujeres no han oído hablar de suelo pélvico
(o sí, pero de forma muy liviana) hasta que no tienen alguna alteración",
señalan las fisioterapeutas expertas en uroginecología,
coloproctología y obstetricia, Esther García y Belén
López.
En una entrevista con Infosalus,
con motivo de la publicación de 'Tu suelo pélvico en forma' (Arcopress), estas especialistas explican que hay que
diferenciar entre deporte de impacto y ejercicio hiperpresivo,
a la hora de entender su perjuicio sobre el suelo pélvico.
Los deportes de impacto son todos aquellos que impliquen
salto y/o carrera y, por tanto, exista un contacto o choque con la superficie.
"Dependiendo del grado del contacto se habla de deportes de bajo y de alto
impacto. Como ejemplo de deportes de alto impacto tenemos el running, el tenis y los deportes en equipo (baloncesto,
fútbol, voleibol); mientras que entre los de bajo impacto se encontrarían la
marcha, el patinaje, o la danza, entre otros", mencionan.
Por otro lado, advierten de que también se encuentran los
ejercicios hiperpresivos, aquellos que aumentan la
presión dentro del abdomen. "'A priori' esta información no nos dice nada,
pero cuando hablamos de suelo pélvico, este aumento de la presión intrabdominal puede generar deterioro en la musculatura del
periné (siempre y cuando ese suelo pélvico no este sano)", señalan García
y López.
La mayor parte de los deportes de alto impacto son hiperpresivos, según avisan, con lo cual, ante un suelo
pélvico debilitado o lesionado van a ser perjudiciales. "Sin embargo,
existen deportes que no son de alto impacto, pero que también aumentan la
presión intraabdominal (Por ejemplo, la halterofilia)
y que podrían debilitar el periné", alertan igualmente.
De todas formas, ellas apuestan siempre por el ejercicio.
"No nos gusta prohibir y sentenciar con frases del tipo 'correr es malo
para el suelo pélvico' o 'si eres mujer no realices deportes de impacto'. Ya
que la mayor parte de las actividades que realizamos en nuestro día a día
aumentan la presión intraabdominal, y por esa regla
de tres, deberíamos estar sentadas en el sofá", añaden.
A su juicio, lo más importante es adaptar el entrenamiento a
la condición física de la mujer y a la de su suelo pélvico. Para ello ven
recomendable realizar una valoración de la musculatura perineal y del CORE, los
músculos que estabilizan el centro del cuerpo (diafragma, los músculos
profundos de la columna vertebral, músculos abdominales y el suelo pélvico), y
pautar ejercicios acorde a su estado.
"Inicialmente, es posible que la mujer deba evitar
ciertos deportes de alto impacto, pero a medida que vaya mejorando su
estabilidad abdominopélvica podrá ir avanzando en el
tipo de entrenamiento. Y poder hacer una vida totalmente normal, sin
prohibiciones, ni lesiones en el suelo pélvico", señalan ambas expertas en
fisioterapia de suelo pélvico.
Con ello, consideran que serán perjudiciales todos aquellos
deportes que aumenten la presión dentro del abdomen, siempre y cuando ese suelo
pélvico y el CORE estén debilitados. "Creemos que si a todas las mujeres,
desde la pubertad se les instruyese en el manejo y cuidado del suelo pélvico
(teniendo en cuenta siempre el CORE que es parte fundamental de todo este
complejo) las lesiones y problemas derivamos del periné serían mucho
menores", sostienen.
Deportes que sí
benefician
Igualmente, señalan que cualquier práctica deportiva que
implique trabajo controlado del CORE y del suelo pélvico podrá ser beneficioso
en el largo plazo. Por ejemplo podríamos hablar del Pilates, o del Yoga, en los
que el control postural al realizarlos es un pilar básico.
"Siempre que exista un daño del suelo pélvico, o la
mujer refiera pérdidas de orina, de gases, o dolor durante las relaciones
sexuales, es decir, en cualquier situación en la que se intuya que ese suelo
pélvico puede estar debilitado o lesionado aconsejamos una valoración
especializada para orientar a esa mujer de forma concreta. Muchas veces resulta
complicado generalizar cuando se habla de personas", sentencian Esther
García y Belén López.